Tras una presunta negligencia en el Hospital III Iquitos de Essalud, en la región peruana de Loreto, tres pacientes tuvieron que ser trasladados a Lima y ser sometidos a la extirpación de un ojo en el Hospital Edgardo Rebagliati, luego de contraer infecciones graves que podían llegar al cerebro, lo que resultó en la pérdida irreversible de la vista.
En las denuncias se señala que los pacientes afectados contrajeron esta infección crítica, presuntamente causada por una bacteria intrahospitalaria, tras de ser intervenidos en operaciones quirúrgicas para retirar una condición de cataratas en Iquitos.
A raíz de este caso, en ÚtileInteresante.pe, conversamos con el Dr. Juan Carlos Corbera, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión, quien señala que una infección al ojo tras una intervención quirúrgica recibe el nombre de endoftalmitis y podría ser muy mortal.
La endoftalmitis es un proceso inflamatorio e infeccioso que ocurre dentro del ojo y puede darse como un proceso secundario a raíz de una intervención intraocular, por ejemplo, como una cirugía de catarata, glaucoma o una inyección para la patología macular.
Estos tipos de incisiones son un punto de ingreso a una posible contaminación de gérmenes y conlleva un riesgo de infección, que ocurre de forma rápida y agresiva
“Los gérmenes pueden ingresar dentro del ojo humano y contaminarlo de forma exógena, por ejemplo, a través de una herida, un trauma, una incisión quirúrgica o puede ser de manera endógena, por una infección en alguna parte del cuerpo, una infección urinaria o renal y por ahí ese germen viaja y justo se asienta en el ojo”, explica el especialista.
El Dr. Corbera señala que el ojo es una cavidad rellena en el centro de un gel transparente muy rico en proteínas, lo cual lo convierte en un caldo de cultivo para los gérmenes.
“Basta que el germen llegue ahí y encuentra su paraíso, comienza a reproducirse a replicarse y originar una infección muy severa, que si no la detectamos a tiempo y no iniciamos el tratamiento rápidamente, puede correr muy rápido”, agrega.
Además, el ojo tiene una comunicación directa con el cerebro a través del nervio óptico. Si el tratamiento demora, la infección puede avanzar y terminar originando una encefalitis, lo que es mortal.
La evacuación rápida de estos pacientes, tratamiento con antibióticos y, de ser el caso, ser remitidos a un centro de salud de mayor complejidad, es crucial para intentar salvar los ojos tras una infección por endoftalmitis.
Sin embargo, el efecto de los antibióticos puede tardar y si no tiene un efecto idóneo, el proceso inflamatorio e infeccioso continúa, por lo que el tratamiento final es retirar el ojo para no poner en riesgo la vida del paciente.
“El ojo se queda ahí, pero se retira el contenido que es donde está la infección activa. La ceguera es una consecuencia de ese procedimiento que se llama de evisceración ocular y sí se está retirando todo el contenido del órgano, es un ojo que va a permanecer ciego”, precisa el oftalmólogo Corbera.
Los protocolos postoperatorios deben seguirse rígidamente. Al momento de dar de alta a un paciente, se le debe informar sobre los siguientes signos de alerta que lo lleven a comunicarse con su médico para un tratamiento oportuno:
“No es lo ideal operar a un paciente y decirle que vaya a su casa. Es visto al día siguiente inmediatamente al postoperatorio, es retirado el protector y comienza inmediatamente con las gotas de antibiótico y el antiinflamatorio”, asegura el doctor.
“Los médicos también dentro de nuestro protocolo tenemos un checklist. Antes de empezar la cirugía, la enfermera instrumentista pregunta si el anestesiólogo encuentra todo bien, si el cirujano ha hecho la observación del paciente y está con todo el procedimiento correcto”, cuenta el Dr. Corbera.
La enfermera instrumentista, además, es quien verifica si el equipo está completo y si ha sido sometido a completa esterilización, de lo contrario se rechaza ese equipo para un nuevo proceso o se utiliza el equipo en aras de la bioseguridad.
Un paciente operado de cataratas u otra condición ocular, por lo general, recibe las siguientes indicaciones para evitar casos de infección severa:
La incisión para una cirugía de cataratas, por ejemplo, es de 2 milímetros, por lo que la cicatrización es rápida y los cuidados estrictos deben ser seguidos por tres a cinco días antes de retomar su actividad casi normal y respetar la medicación el tiempo indicado.
Fuente: América TV Web