Un oftalmólogo te explica cuáles son los tipos de conjuntivitis que realmente contagian y cómo prevenirlas a tiempo antes de que afecten la visión, entre otras consecuencias.
La conjuntivitis es una condición que ataca a los ojos con más frecuencia en épocas de verano, ya sea por el contacto con espacios contaminados como la piscina, por una higiene inadecuada o por simplemente cuestiones de alergias. Por ello, es ideal el diagnóstico correcto para realizar un tratamiento efectivo.
En conversación con ÚtileInteresante.pe, el Dr. Juan Carlos Corbera, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión, señala que la conjuntivitis es una inflamación de la capa externa del ojo producida por un fenómeno tóxico, irritativo o por una infección.
“Solemos conocer a la conjuntivitis más ligada a una infección, pero esta puede aparecer también como secundaria a una alergia o a un factor irritativo, como el calor o una sustancia química, como agua con demasiado cloro”, explica el doctor.
Una de las vías de contagio que se suelen presentar cotidianamente en el consultorio es a raíz del contacto con una piscina, debido a dos factores: la calidad del agua y el exceso de cloro que irrita los ojos.
Asimismo, existen personas que son muy susceptibles y tienen cierto tipo de alergias, por ejemplo a sustancias químicas, olores o al polvo, y estas personas pueden reaccionar también con una inflamación conjuntival.
“Aquel paciente que está con el ojo rojo, irritado o con secreción, no debe ir a la piscina. No debe estar ahí porque va a contagiar fácilmente el medio en donde está y, por ende, va a contagiar fácilmente a otras personas”, afirma el especialista.
Sin embargo, es importante remarcar que existen otros tipos de conjuntivitis, como las virales, bacterianas o por protozoarios, que son muy contagiosas y requieren un diágnostico oportuno a través de sus síntomas.
A través de exámenes oftalmológicos, es posible un diagnóstico correcto. De esta manera, un médico puede diferenciar el tipo de conjuntivitis que aqueja a un paciente y brindar un tratamiento oportuno.
De acuerdo al Dr. Corbera se trata de aquella condición que se produce en ciertas personas que poseen alergias al polvo, la humedad o son más sensibles a estas soluciones químicas, por ejemplo, el cloro u otras sustancias en el agua.
Por lo general, aparecen síntomas de inflamación en el ojo, el cual se torna rojo, muy sensible a la luz e incluso los párpados se pueden hinchar más de lo normal. Conforme pasan los días, pueden aparecer secreciones.
Se sugiere asistir al médico para recibir medicamentos específicos que puedan desde aliviar los síntomas hasta tratar las causas de la alergia que produjo la conjuntivitis.
“Lo que podemos hacer es evitar sumergir el rostro en esa agua, acortar el tiempo (en la piscina) y lo que puede hacer es que si eventualmente sumergí el rostro en el agua, salir y ahí mismo hacer la limpieza con agua corriente”, recomienda el doctor.
Este tipo de conjuntivitis está relacionada al contacto con agentes patógenos que pueden existir en ambientes como la piscina, cuando no es adecuadamente tratada y el agua está contaminada. En este caso aparecen las conjuntivitis infecciosas que usualmente son bacterianas.
El Dr. Corbera indica que el paciente viene con una sintomatología más intensa:
“En estos casos puntualmente sí debemos usar gotas antibióticas, asociar gotas lubricantes y en algunos casos corticoides o antiinflamatorios para disminuir las molestias. Si no se trata adecuadamente, puede persistir por semanas y dar una conjuntivitis crónica que ponga en peligro la visión”, asegura el oftalmólogo.
Las conjuntivitis virales usualmente están asociadas al contacto con personas que han estado resfriadas o con gripe, por ejemplo. Estos virus respiratorios pueden afectar la conjuntiva del ojo y originar también conjuntivitis virales.
De igual manera a la conjuntivitis bacteriana, los síntomas de la condición viral incluyen irritación, enrojecimiento, fotofobia y secreciones acuosas, generalmente causado por un adenovirus.
También pueden presentarse legañas, sensación de picor o sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo.
El tratamiento está ligado a un diagnóstico clínico de cultivo viral, de esta manera, se pueden recetar gotas y lavados médicos.
Estos problemas relacionados también se asocian frecuentemente a los deportes acuáticos, sobre todo por el excesivo uso de cloro u otras sustancias en el agua, los cuales se utilizan para mantener la piscina saludable.
“Es muy frecuente encontrar niños y adolescentes que al día siguiente amanecen con los ojos rojos y con secreción.Tienen mucha molestia con la luz, presentan una secreción blanquecina y esto va a relacionado más con una conjuntivitis de tipo irritativa”, señala el Dr. Corbera.
Según el oftalmólogo, la conjuntivitis irritativa se debe tratar con antiinflamatorios y usando gotas lubricantes por un periodo de aproximado de una semana y se suelen resolver al 100%.
Además de evaluar qué otras condiciones están asociadas a esta infección, el Dr. Corbera remarca que en un caso típico de conjuntivitis, el paciente va a llegar al consultorio con los siguientes síntomas:
“Mientras más rápido nosotros iniciamos el tratamiento, más rápido se va a curar. Si comenzaron las molestias de la conjuntivitis y en 48 horas iniciamos el tratamiento, lo más probable es que en el curso de cinco días lo curemos totalmente”, remarca el Dr. Corbera.
Sin embargo, si uno espera más de tres días, la infección tendrá más tiempo de penetrar las estructuras oculares, por lo tanto, el tratamiento va a ser más prolongado y puede hacerse crónico.
“Entonces, ese tratamiento puede durar dos o tres semanas y, en algunos casos, si el germen ha sido muy agresivo, el tratamiento puede extenderse hasta por 12 semanas”, agrega.
Finalmente, el Dr. Corbera señala que la conjuntivitis, una vez curada, puede volver a surgir, más aún si uno se encuentra expuesto a agentes infecciosos y no se han aplicado los cuidados correspondientes.
Fuente: América TV