Durante las fiestas de fin de año y, no obstante las regulaciones existentes, el uso de pirotécnicos continúa siendo común en nuestro país.
Una simple luz de bengala podría generar quemaduras en la córnea (parte anterior del ojo) y en la conjuntiva (membrana transparente que cubre al ojo), dejando secuelas graves en la visión.
La utilización de estos fuegos artificiales puede llegar a causar quemaduras, amputaciones e incluso causar pérdida de visión en las personas mayores como en los más pequeños del hogar.
Se sugiere no tocar ni frotar el ojo porque si hay una herida abierta en el órgano, puede empeorarse el daño del mismo.
Acuda de inmediato donde un especialista, que le indicará el tratamiento más adecuado.